La lectura es una actividad placentera
que contribuye de manera muy importante al enriquecimiento espiritual y
cultural, a la consolidación de la identidad personal y nacional.
Es importante que reflexionemos sobre
la importancia de la lectura, tanto en nuestro desarrollo académico/laboral
como en nuestra propia cultura.
Muchas veces nos damos a la tarea de
resolver cuestiones que se presentan al momento de hace un trabajo pero también es importante destacar que si nosotros somos
capaces de elegir una lectura y analizarla por gusto propio y de nuestra elección o de algún tema
que tengamos interés nos resultara más placentera la lectura.
Como nos damos cuenta la lectura no
solo implica decodificar letras y construir palabras, si no comprender el texto
que es el PROPÓSITO esencial de toda
lectura. Pero nuestros propósitos además de estar centrados en la comprensión
deben tener el cumplir con un fin inicial que puede ser: entregar algún
trabajo, conocer más sobre el tema, descubrir nuevos aprendizajes, mejorar tu
nivel académico, etc.
Propósito del autor:
Cuando un autor escribe un texto puede
tener el propósito de entretener, o sea que es un texto literario, por ejemplo
una novela o un cuento.
También puede tener el propósito de
informar, o sea que sería un texto informativo, como una noticia en un diario.
Otro propósito puede ser el de
explicar algo, como se hace como se usa, en ese caso sería un texto
explicativo, como el prospecto de un medicamento.
También puede ser expositivo es decir
que expone el resultado de un estudio o una investigación
También puede ser
una hipótesis o una teoría.
El texto que tiene el propósito de
indicar como se hace una cosa se llama instructivo y puede ser por ejemplo una
receta de cocina o el paso a paso para fabricar papel artesanal.
Otros textos tienen el propósito de
enseñar y son los que se encuentran en los libros de escuela. Se llaman textos
didácticos.
El propósito es lo que mueve al autor a
escribir. En ese sentido, el autor puede escribir para informar, persuadir,
explicar un fenómeno, entretener, etc.
Un periodista, por ejemplo, escribe en
su periódico para informar a sus lectores, sobre los acontecimientos nacionales
e internacionales. El editorialista de un periódico procura persuadir a sus
lectores, para que asuman su punto de vista. Un escritor escribe una novela, un
cuento o una poesía para entretenernos, en cierto sentido. Siempre hay un
propósito en cada escrito o en cada texto. Nuestro desafío es identificar ese
propósito.
https://proyectos-institucionales8.webnode.es/news/leyendo-con-un-proposito-/
Realizado por: Alondra Rocío García Sampedreño
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